9/8/10

El ingenuo y sus hermanos.



El ingenuo y sus hermanos.

Existía una gran llama de poder, una energía pura alimentada por la confianza, el compromiso, la unión y la palabra de tres hombres, que juraron establecer lazos que no se romperían y que cumplirían sin importar el qué, estos hombres eran fuertes de palabra, mente y convicción, cuando su voz se escuchaba a través de la oscuridad adyacente las ordenes que pronunciaban se cumplían, y nadie se oponía, porque eran justos, buenos, amables, y sobretodo cumplían con todo lo que prometían. Al lugar donde habitaban se le llamaba, “la esperanza”, brillaba fuertemente, tanto que podía cegar a cualquiera que le mirase de frente, era cálida y sonreía con miras a un prospero futuro, un día, uno de los tres integrantes, el más ingenuo de todos, visualizo un pequeño, diminuto, casi imperceptible punto negro dentro de esperanza, pero no le dio importancia, ¿Qué es la perfección sin defectos que adorar?, entonces, con su conciencia tranquila siguió su camino, feliz, orgulloso de su esperanza y para nada preocupado.

En algún momento, o lugar de tan hermosa, cálida, y amigable presencia otra vez el ingenuo integrante diviso que el punto negro ya no era pequeño, crecía y opacaba la imponente luz, cada vez el ambiente se tornaba de cálido a tibio y después a un tanto frio y distante, cambios!, fue lo que pensó, ¿Por qué dudar de la esperanza cuando vive gracias a la palabra de tres hombres, amigos, hermanos, que unieron sus saberes, deseos y metas para lograr una finalidad en común?, no hay necesidad de dudar pensó, es solo un cambio pasajero… el ingenuo sabía que no podía desconfiar de sus hermanos, ellos cuidaban de el después de todo y les conocía muy bien así que todo debería ir como se planeó.

Días después, la luz de esperanza se extinguió, todo era frio y la calma que prevalecía estaba ausente, las mentes gritaban por guía, por un toque de consuelo, y el ingenuo por primera vez se preocupo, asustado e intrigado intento contactar con sus hermanos, aquellos que cuidaban de la luz con él, y aunque respondieron, a la primera reunión uno de ellos, el más intrépido no asistió, y el más sabio cancelo… el ingenuo por amor a sus hermanos espero, les dio espacio, tiempo y cariño para que pudieran asistir a una segunda reunión, … todo estará bien! Pensó el ingenuo, su corazón intentaba calmar su muy inquieta mente, su palabra de reunirnos es sagrada!, jamás han hecho perder el tiempo a nadie, siempre han solucionado los problemas, siempre han estado presentes, seguramente aparecerán… No podía estar más equivocado, el ingenuo, sumido en el dolor del desengaño lloro en sus adentros mientras con gritos de su alma intentaba contactar con sus hermanos, una, dos, tres, y hasta mil veces lo intento… pero ellos jamás respondieron a su llamado…

Pero el ingenuo aun tiene esperanza, ya que no pierde la fé en el cariño y la confianza que deposito entre sus hermanos, sabe que para todo en la existencia habita una explicación, y aunque ellos prefirieran el silencio a las palabras y esperanza muera, espera el cumplimiento del juramento que un día el compromiso unió.