8/2/09

Un hombre que llora, es un ángel que muere en batalla

Cementerio de hombres bañado con sangre de héroes.

Te quiero contar algo, su mirada aun la tengo grabada en mi mente y no dejo de pensar en su cara.

-En un bosque frio y gris, no por sus hojas o arboles, por los corazones hambrientos y desgastados sin esperanza ni fe que le habitan, caminaba “suz” un hombre de cabello oscuro, muy corto, manos grandes y amplias, con una mirada que si no era alegre albergaba algo de esperanza, todo un líder dentro de su grupo, a su lado siempre estaban sus hermanos, uno pequeño, el cual a duras penas comprendía los duros días, otro un poco mayor, y otro más, mayor que suz, este había estado lejos mucho tiempo pero había vuelto por razones que ahora no interesan.

De entre los arboles unos pasos se acercan, y unos cuerpos delgados y con rostros ojerosos y hambrientos buscan llegar a un lugar donde descansar…

Quienes son ustedes?, que quieren?, pregunta suz.
Somos del gueto, hemos escapado, no tenemos donde ir… ayúdanos.

Suz, era muy protector, sobre sus hombros cargaba mas obligaciones que las que debería tener un judío ordinario, muchos de los problemas que intentaba solucionar no eran suyos, y a veces pensaba que sería mejor dejarlos atrás y preocuparse solo por aquello que le incumbía, sin embargo un hombre como el albergaba en su corazón muchas cosas para dar.

Suz pregunto, saben de una joven mujer y un niño con pocos días de nacido?
Ellos se miraron y respondieron… tu eres suz verdad?...
Él le miro de frente a los ojos y pareciera que todo estaba dicho, no hizo falta mediar palabra para que la información se entendiera, los hombres del gueto miraron al húmedo suelo lleno de hojas marchitas y suz casi suspiro.

Sus labios ya no temblaban pero estaba helando, su mirada se opaco, sus manos se relajaron y sus pies ahora pesaba más de lo normal, miro al cielo unos pocos segundos y empezó a caminar tambaleando de a pocos contra los arboles, solo a unos pocos pasos y al bajar la mirada de su boca salió el primer grito ensordecedor, su alma estaba desgarrada y en su mente solo estaba la imagen de su esposa y su pequeño, tras ello lo poco que había comido ese día salió casi sin darse cuenta, tal vez imagino que era solo el sabor de su dolor el amargo del vomito lo que sentía, camino un poco más, se arrodillo frente a un árbol, con sus manos lo tomo fuertemente y de sus ojos las lagrimas empezaron a brotar, su rostro estaba pálido, pero mientras apretaba el tronco se empezaba a colocar rojo, su mirada cambio, la poca esperanza que albergaba se desvaneció como un pequeño charco en medio de el sol de medio día, y sus dientes apretaban fuerte dentro de su boca, las palabras querían salir pero era imposible, solo las lagrimas caían y caían, sus hermanos miraban desde lejos, dejando que su corazón expresara el dolor.

NOOO!!!, grito suz, mientras sus dedos de grababan más en la madera, y lo siguiente fue una serie de golpes fuertes contra la madera, suz, intentaba ahogar su dolor con su sangre, su cabeza caía con fuerza en el árbol y se levantaba preparada para el siguiente golpe, a cada mazo un opaco sonido retumbaba en los oídos del bosque.

Hasta ese momento nadie se había percatado de lo que él hacía y su hermano, el mayor, se abalanzo contra él, le detuvo con los brazos y le abrazo fuerte contra su pecho, sus ahora miraba al cielo y sus ojos grises se fundían entre la naciente niebla, fría, sin alma, triste y desafiante, mientras su sangre se mesclaba con las ultimas lagrimas que él jamás lloraría, la luz de su mirada ahora estaba extinta, su corazón parecía albergar odio y rencor, su mirada cambio, hasta su voz no volvió a ser la misma, su alma había muerto, solo quedaba su cuerpo vagando sin más razón que la venganza, y la logro.

Sin embargo eso es otra historia, ahora lo importante es saber que cuando a un ser sensible se le lastima, sus heridas sanan, pero al cicatriz es eterna, y cuándo este muere, corre, porque so dolor es como una avalancha, tarde o temprano te atrapa.

(escena de la pelicula defiance, relatada como yo le senti).

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